Queridas compañeras y compañeros del Hospital de Elda:

Tras más de diez años trabajando en este hospital, ha llegado el momento de emprender un nuevo camino. Me marcho con una mezcla de emoción, gratitud y profunda admiración por todo lo que he vivido y aprendido a vuestro lado.

Quiero agradecer a cada una de vosotras, de todas las categorías profesionales, por formar parte de este engranaje que hace funcionar el hospital día tras día. Admiro sinceramente cómo cada pieza, cada gesto —por pequeño que parezca— cuenta y marca la diferencia en la atención que ofrecemos. Desde la consulta más compleja hasta el saludo en un pasillo, todo suma y todo importa. Gracias por enseñarme que el valor de un equipo está en su humanidad y en su capacidad para trabajar con compromiso y entrega.

También quiero dedicar unas palabras especiales a los pacientes. Gracias por vuestra confianza, por permitirnos acompañaros en momentos tan delicados, y por todo lo que me habéis enseñado sin saberlo. Cada historia, cada conversación y cada mirada han sido para mí una lección de humildad, resiliencia y humanidad.

Me voy con el corazón lleno y el firme convencimiento de que este hospital es un lugar muy especial. Os deseo lo mejor en lo profesional y en lo personal, y espero que nuestros caminos se crucen de nuevo.

Con todo mi cariño y gratitud,